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Casco histórico de Brujas

Publicado el noviembre 25, 2014 por Guillem en

Bruges

Si se encuentra de paso por Brujas, en Bélgica, no dude ni un segundo en visitar su casco histórico, que figura en el Patrimonio Mundial de la UNESCO, ya que el legado cultural de esta ciudad es impresionante. La preservación de una arquitectura medieval de época combinada con el estilo urbano que se fue desarrollando y evolucionando a lo largo de los siglos, forma parte de la riqueza cultural del país. Esta ciudad medieval situada en
pleno corazón de la región flamenca es el lugar más visitado de Bélgica. Se la considera una de las más hermosas ciudades europeas y se la conoce como la “”Venecia del Norte”” por sus puentes y canales que atraen a alrededor de 3 millones de visitantes cada año, durante el verano, para recorrerlos en una lancha motora.

La historia de Brujas

Su historia está marcada por múltiples influencias fruto de los numerosos intercambios económicos y culturales de esta ciudad con el resto de Europa. Durante la época galo-romana se estrecharon lazos comerciales con Escandinavia, y el desarrollo de un puerto y un centro comercial conectó a Brujas con el resto de la Europa medieval, empezando por Gran Bretaña. La ciudad alcanzó su prosperidad en el siglo XV, gracias a sus intercambios comerciales y culturales, que la convirtieron en un centro del arte flamenco, tal como lo plasma el artista Jan Van Eyck, que contribuyó al desarrollo de la Escuela de Arte de los Primitivos flamencos y que ejerció una importante influencia en el arte europeo de la época. En la ciudad también se fundó un centro de mecenazgo y, gracias a su escuela de arte, apoyó el desarrollo y la difusión de la pintura e impulsó las corrientes artísticas innovadoras.

Su casco histórico

El casco histórico incluye el conjunto de fortificaciones de la ciudad y, a pesar del paso del tiempo, ha conservado la misma superficie que la de la antigua ciudad. Tanto los canales naturales como artificiales acondicionados en la Edad Media, discurren por su interior aportándole un particular encanto que adereza la ciudad con un toque de poesía y de romanticismo. Algunas plazas poseen un significado especial, como la Place de Burg y la Grand-Place. La de Burg es una de las más destacadas, ya que simboliza la alianza entre los poderes cívicos y religiosos durante más de mil años, y también es la sede de instituciones como la de justicia. En la Grand-Place, por su parte, se encuentran el mercado, el Campanario y la Waterhalle, símbolo de la autoridad municipal.

El estilo arquitectónico de Brujas

La arquitectura de Brujas se caracteriza ante todo por el estilo gótico de sus construcciones que datan de la Edad Media y que se conoce, en particular, con el nombre de “”travesaño burgués””. Más tarde, la llegada del ferrocarril a Brujas en los años 1830 cambia radicalmente el paisaje urbano de la ciudad. En ese momento se trazan planos para sustituir su arquitectura por un estilo haussmaniano, pero el proyecto solo se llevó a cabo en el barrio del nuevo teatro, en el que por aquel entonces ya no quedaba ningún rastro medieval. La renovación de las fachadas realizadas a finales del siglo XIX recibió la influencia de arquitectos ingleses y evolucionó a un particular estilo neogótico, inspirado en el primer estilo gótico de la ciudad, cuyo objetivo era restaurar los edificios históricos de Brujas y renovar el patrimonio artístico de la ciudad. Esta mezcla arquitectónica permite recrear las etapas significativas de la historia comercial, cultural y religiosa de la Europa medieval.

Lugares de visita obligada

Brujas cuenta con numerosos tesoros culturales, tres de los cuales figuran en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco: los Beguinajes flamencos, los Campanarios de Flandes y Valonia y el casco histórico de Brujas.

Los Beguinajes flamencos son un conjunto de casas, de iglesias y de parcelas organizadas que actualmente recrean la vida de las Beguinas en Bélgica, es decir, las mujeres que dedicaban su vida a una comunidad religiosa autónoma, sin haber hecho sus votos, y que vivían recluidas.

El Campanario de Flandes es un monumento de 83 metros de altura con una escalera de 366 peldaños que permite disfrutar de una impresionante vista panorámica. En su interior se encuentra una Sala del Tesoro – o habitación acorazada – y la Sala de los Archivos. El Campanario posee un imponente mecanismo de relojería con un carillón de 47 campanas.

La iglesia de Notre Dame y su torre de ladrillo de 122 metros, es la más alta de Europa y en su altar lateral derecho posee la obra más hermosa de Brujas de Miguel Ángel titulada “”La Virgen y el Niño””. En el coro se encuentran las tumbas del Duque Carlos el Temerario y de su hija María de Borgoña.

La catedral de estilo gótico del Saint-Sauveur se compone de tres naves, un coro, un deambulatorio y cinco capillas de la Edad Media. Es la iglesia más antigua de Brujas y se encuentra ricamente decorada con sus mausoleos, sus cuadros de antiguos pintores flamencos como Dirk Bouts y Hugo Van Der Goes, sus relicarios e incluso sus tapicerías.

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